Miércoles de Ceniza
Entrada: Queridos hermanos: Nos preparamos durante cuarenta días para celebrar la Pascua de Jesús, que es fundamentalmente su muerte y su resurrección, su paso de este mundo al Padre.Nos ponemos de pie. Cantamos:
1ª Lectura: La invitación "a volver" está motivada en la bondad de Dios y en su predisposición al perdón.
Escuchamos con atención.
2ª Lectura: La reconciliación es una iniciativa gratuita de Dios... que requiere la libre respuesta del hombre.
Evangelio: La bondad de Dios, que espera a los pecadores para darles la salvación, es el centro de la predicación sobre la conversión.
Nos ponemos de pie.
Imposición de la ceniza: Sólo el humilde, el que se humilla ante el Señor, recibe su gracia y su perdón. Este es el sentido profundo del rito de imposición de las cenizas que hoy realizamos.
Acompañamos la imposición de la ceniza con nuestro canto:
Redentor nuestro, escúchanos
- Que la Iglesia toda se prepare para la celebración de la próxima Pascua...- Que preparemos tu Pascua atravesando el camino cuaresmal...
- Que dediquemos tiempo a la oración y a la reflexión de tu Palabra...
- Que vivamos una profunda conversión, de la vida y actitudes...
- Que fortalezcamos la vivencia de las obras de misericordia...
Ofrendas: Compartir con caridad hace al hombre más humano, mientras que acumular conlleva el riesgo de que se embrutezca al cerrarse en su propio egoísmo.
Cantamos:
Comunión: Jesús nos enseña a corresponder al amor de Dios, que siempre nos precede y nos sostiene.
Cantamos:
Despedida: La Virgen María nos enseñe a escuchar el llamado a dejarnos reconciliar con Dios, y a fijar la mirada del corazón en el Misterio pascual.
Cantamos:
Propuesta de oración para el silencio después de comunión
Tu Pascua, Señor Jesús,
no es un acontecimiento del pasado:
por el poder del Espíritu Santo es siempre actual,
y nos permite mirar
y tocar con fe tu humanidad,
en tantas personas que sufren.
La conversión es un Sí a tu persona,
a tu obra, a tu mensaje, a tu amor.
La conversión es aceptar
la misericordia de Dios
en nuestras vidas,
dejarnos transformar por ella
y transmitirla a los demás.
Jesús, Cordero de Dios,
bendice nuestro camino cuaresmal,
para que muriendo al pecado
---con la oración y tú Palabra,
y viviendo las obras de misericordia,---
recibamos de ti
la gracia de una Vida Nueva.
Amén
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