Domingo trigésimo
Entrada: Las lecturas nos invitan a testimoniar la grandeza de Dios, y de su poder salvador y redentor.
Nos ponemos de pie. Cantamos:
1ª lectura: El Señor ha salvado a su Pueblo, proclama el profeta.
Escuchamos con atención.
2ª lectura: Cristo recibió la gloria de ser Sumo Sacerdote de su Padre Celestial.
Evangelio: ¡Animo, levántate! ¡Jesús te llama!, le dicen al hombre ciego.
Nos ponemos de pie. Cantamos el Aleluia.
Oración universal: Jesús, Sumo Sacerdote, óyenos.
1- que animes a la Iglesia en su misión evangelizadora...
1- que animes a la Iglesia en su misión evangelizadora...
2- que apoyemos la obra evangelizadora de la Iglesia...
3- que animemos a los demás a ir a tu encuentro...
4- que las autoridades sirvan con generosidad y honestidad...
5- que nuestras palabras conduzcan al bien y a tu verdad...
Ofrendas: Ofrecemos también el deseo y el propósito de testimoniar nuestra fe en Jesús.
Cantamos:
Comunión: Jesús viene a nuestro encuentro para animar y fortalecer nuestra fe.
Mientras se distribuye la comunión, cantamos:
Despedida: Al rezar el Rosario recibimos de la Virgen María la ayuda para testimoniar nuestra fe en Jesús.
Mientras nos retiramos del templo, cantamos:
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