Domingo trigesimoprimero
Entrada: Hoy se nos invita a meditar sobre las cosas esenciales y fundamentales de la vida. Necesitamos volver a lo esencial, y darle prioridad en nuestra vida.
Nos ponemos de pie. Cantamos:
1ª lectura: El silencio es la condición necesaria para que la Palabra de Dios se deposite y germine en el corazón.
Escuchamos con atención.
2ª lectura: Jesús salva a los que se acercan a Dios por su intermedio, ya que vive eternamente para interceder por ellos.
Evangelio: Escuchar significa prestar atención, tener deseo de comprender, de valorar, respetar, custodiar la palabra del otro.
Nos ponemos de pie. Cantamos el Aleluia.
Oración universal: Óyenos, Señor.
1- que animes a la Iglesia en su misión evangelizadora...
2- que en el silencio del corazón escuchemos tu voz...
3- que amemos a Dios de todo corazón y con todas las fuerzas...
4- que las autoridades sirvan con generosidad y honestidad...
5- que amemos al prójimo como a nosotros mismos...
Ofrendas: Con las ofrendas entregamos el deseo de vivir el mandamiento del amor.
Cantamos:
Comunión: Jesús viene a nuestro encuentro para enseñarnos a vivir el mandamiento del amor.
Mientras se distribuye la comunión, cantamos:
Despedida: En el rezo del rosario la Virgen María nos ayuda a vivir el mandamiento del amor.
Mientras nos retiramos del templo, cantamos:
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