1er Domingo de Adviento
Entrada: Queridos hermanos: con la ayuda del pesebre ponemos los ojos de la fe en el Hijo de Dios, quien vino a nuestro encuentro por el misterio de su encarnación; misterio que anima nuestra esperanza en su gloriosa venida al final de los tiempos.
Nos ponemos de pie. Cantamos:
1a Lectura: La ciudad que describe el profeta es figura de la Jerusalén celestial, meta de nuestra peregrinación terrenal.
Escuchamos con atención.
2a Lectura: Quienes hemos abrazado la fe estamos invitados a estar despiertos: para recibir al Señor que viene a nuestro encuentro.
Evangelio: El evangelio nos invita a salir de nosotros mismos, para que podamos recibir a Jesús que viene a nuestro encuentro.
Nos ponemos de pie. Cantamos el Aleluya.
Ven, Señor Jesús
- para que salgamos de la oscuridad del pecado...- para que podamos caminar decididamente hacia ti...
- para que deseemos recibirte cada día de nuestra vida...
- para que participemos de la vida eterna en la Jerusalén Celestial...
- para que estemos despiertos y atentos a tu constante venida...
Ofrendas: Con los dones presentamos al Señor el deseo de su venida.
Cantamos:
Comunión: Jesús está presente en medio de nosotros por su cuerpo y su sangre.
Cantamos:
Despedida: La Virgen María, quien participa de la plenitud de la redención, nos consiga la gracia de que esperemos siempre la venida gloriosa de su Hijo Jesús.
Cantamos:
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