Conmemoración de todos los fieles difuntos
Nos ponemos de pie. Cantamos:
Lectura: La Palabra de Dios suscita el deseo de la vida eterna para nuestros difuntos.
Escuchamos con atención.
Evangelio: La resurrección de Jesús es principio de nuestra resurrección.
Nos ponemos de pie. Cantando el Aleluya.
Señor Jesús, vida verdadera, escúchanos
- Te pedimos, Señor, que purifiques de sus pecados a todos los difuntos…
- Da a nuestros difuntos el eterno descanso en la Jerusalén Celestial…
- Líbranos, Señor, de la cultura de la muerte…
- Cada uno de nosotros ¡valoremos y respetemos toda vida humana!...
- Da, Señor, a los moribundos, el auxilio de la gracia final…
Ofrendas: Con las ofrendas acercamos nuestra oración por el eterno descano de los difuntos.
Cantamos:
Comunión: La Eucaristía acrecienta en nosotros el deseo de que todos lleguemos a la gloria de Dios.
Cantamos:
Despedida: La Virgen María, Madre del Redentor, fue liberada de la corrupción del sepulcro. Por eso confiamos en su mediación.
Nos retiramos cantando:
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