Domingo
XXXII durante el año
Entrada:
Hermanos: vamos a participar de la
celebración que renueva la fuerza salvadora de la Pascua de Cristo y
nos prepara para la vida nueva y eterna.
Nos
ponemos de pie. Cantamos:
Lecturas:
La palabra de Dios es viva
y eficaz.
Nos
preparamos para escucharla atentamente.
Evangelio:
Dios no es un Dios de
muertos, sino de vivientes, dice Jesús.
Nos
ponemos de pie. Cantamos el Aleluya.
Escúchanos, Señor
- Que
la Iglesia enseñe claramente sobre el llamado a la vida eterna...
- Que
nosotros vivamos con la certeza de una vida plena en el cielo...
- Que
los agnósticos abran su mente y corazón a la certeza de la otra
vida...
- Que
los moribundos cuenten con la oración de todo la Iglesia...
- Que
caminemos en la vida con la certeza de la resurrección final...
Ofrendas:
Con los dones ofrecemos también
el deseo de la vida eterna.
Cantamos:
Comunión:
La eucaristía
-enseña la Iglesia- es el anticipo de la vida eterna.
Acompañamos
la comunión con nuestro canto:
Despedida:
Al haber iniciado el Mes
de María nos
consagramos a su protección maternal.
Cantamos:
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